martes, 31 de enero de 2017

Mirar de la vida profunda

“Si entiendo que lo que está sucediendo allá, en algún lugar de este país, me afecta a mi y me está sucediendo también a mi, entonces mi trabajo es un acto de solidaridad, un acto de amor por la vida”.


Mirar la vida y fotografiarla, allí donde la muerte se ha ensañado, ha sido durante veinticinco años el trabajo respetuoso y honesto de Jesús Abad Colorado. Sus fotografías, dice, son la sumatoria de muchos aprendizajes que le ha entregado la vida, desde su historia familiar hasta cada uno de los encuentros que ha tenido con las víctimas del conflicto armado colombiano. Con ellas ha caminado y ha sentido la tristeza. De ellas se ha despedido muchas veces y hacia ellas ha regresado, siempre, para reconocer las cicatrices de la guerra y también para entender cómo renace la vida aún después de las tragedias.

Jesús Abad Colorado ha documentado el dolor de la guerra, pero siempre ha buscado encontrar allí también “la vida, la esperanza, la sonrisa, el abrazo solidario, las manos que se juntan en medio del dolor”, dice. Sus fotografías son documentos históricos más que periodísticos. Son el retrato de un país que pocos han mirado con tal detenimiento y con tanta cercanía, que revelan detalles íntimos de aquellos que han sufrido la guerra dentro y fuera de cualquier bando. 

Para este fotoperiodista colombiano, “el enemigo es la guerra” y al país le hace falta comprender que, si el valor de la vida es el primero, toda muerte vale por igual. “Debería dolernos cuando muere un guerrillero, no deberíamos aplaudirlo. Cuando muere un soldado nos debería doler a todos, como sucedió con los últimos que murieron en el Cauca. Pero este país es muy mezquino y a veces celebra algunos muertos. No entendemos que, cuando al otro lado mueren campesinos que terminaron empuñando las armas, independientemente de para quién las empuñen, nos estamos muriendo un poco también nosotros”.

Mirar de la vida profunda es el nombre del libro de Jesús Abad Colorado, editado en Bogotá por Paralelo 10, que Mayo por la Vida presenta este martes 5 de mayo en el Museo de Arte Moderno de Medellín. “Es un libro bastante sobrecogedor —dice el fotógrafo— porque nos está hablando de muchas de esas pérdidas que hemos tenido, que no solamente están representadas en las vidas de las personas porque la vida es algo mucho más amplio. Por ejemplo, hay capítulo dedicado solamente a la naturaleza que también ha sido víctima de esta guerra infame”. 

A lo largo de seis capítulos, el libro de Abad Colorado muestra fotografías de los actores armados, los rostros del dolor, los éxodos y desplazamientos, las infraestructuras destrozadas, la naturaleza devastada y la resistencia de las personas que se niegan a sucumbir a la tragedia. 


Mirar de la vida profunda es una invitación a la memoria, una posibilidad de “mirarnos en el espejo roto de lo que ha sido la guerra en Colombia y descubrir que como sociedad también tenemos culpa así nunca hayamos empuñado un arma”. Pero también es un llamado a la esperanza. “Yo creo que esta sociedad colombiana no ha sucumbido gracias a la tenacidad y resistencia de hombres y mujeres que tienen dignidad; que se casan aún en medio de los escombros; que vuelven a sembrar en el mismo lugar donde también tuvieron que recoger a sus muertos —dice—. En medio de esas tragedias los niños corren y sonríen ante la cámara de un reportero gráfico. Ahí donde a veces están deambulando los actores armados, las mariposas siguen volando y uno tiene que aprender a enamorarse de ese pequeño acto de vida”.

* Escrito el 5 de mayo de 2015 para el proyecto Mayo por la Vida de la Alcaldía de Medellín.
Fotografía: Sergio González

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